Práctica realizada por los alumnos de 1º de Bachillerato de Ciencias con la profesora Elena Infante.
Brevemente, el fundamento de esta práctica consiste en identificar cuáles de los azúcares estudiados tienen carácter reductor, es decir, tienen un carbono anomérico libre. En sus formas cíclicas, los monosacáridos de 6C, las hexosas, forman anillos, uniéndose el grupo carbonilo (aldehído o cetona) con el OH del penúltimo carbono. Así el carbonilo pasa a ser un carbono asimétrico (unido a 4 radicales diferentes) que se llama carbono anomérico.
El carácter reductor puede ponerse de manifiesto por medio de una reacción redox llevada a cabo entre ellos y el sulfato de cobre (II). Las soluciones de esta sal tienen color azul. Tras la reacción con el glúcido reductor se forma óxido de Cobre (I) de color rojo. De este modo el cambio de color indica que se ha producido la citada reacción y que, por tanto, el azúcar presente es reductor.
Para comenzar, hicimos disoluciones al 3% de sacarosa, lactosa, maltosa y almidón. Tomamos 3ml de cada una de estas disoluciones con una pipeta y las pusimos en sus respectivos tubos de ensayo. Echamos 1ml del reactivo de Fehling A ( CuSO4 ) y 1ml de Fehling B ( lleva NaOH para alcalinizar el medio y permitir la reacción) y calentamos los tubos con las pinzas de madera al mechero hasta que comenzaron a hervir. Observamos qué tubos cambiaron a color rojo, danto por tanto, positiva en la reacción. La disolución de maltosa y lactosa dieron positivas y las otras dos, sacarosa y almidón, negativas.
Efectivamente, los disacáridos maltosa y lactosa sí son reductores, ya que dejan el C anomérico libre, y el almidón es no reductor. La sacarosa es un caso especial, ya que la unión de sus monosacáridos, glucosa y fructosa, se hace entre los carbonos nº 1 de ambas moléculas, lo que impide que quede libre el carbono anomérico.
Continuamos la práctica y quisimos hacer la hidrólisis de la sacarosa para que diera positiva la reacción de Fehling. Para ello, primero tuvimos que romper el compuesto en dos moléculas añadiendo unas gotas de ClH, y calentando. Una vez enfriado el tubo de ensayo, añadimos bicarbonato sódico para neutralizar la reacción y volvimos a echarle los reactivos anteriores. Ahora, al romperse el disacárido, volvió a quedarse libre el carbono anomérico de cada molécula, y a dar positiva dicha reacción.
Los alumnos trabajaron de manera autónoma, como auténticos científicos. Es más, a dos chicas no les salió bien, y ellas mismas, según el método científico, averiguaron el por qué, y volvieron a hacer la reacción comprobando que el error había estado en el bote que contenía la sacarosa, que según su deducción, llevaba abierta muchos años y podía estar estropeada, ya que la segunda vez utilizaron un bote recién abierto y les salió bien.